Hoy es uno de esos días en que el Fantasma del pasado vuelve e intenta llevarte consigo. Te susurra al oído. Y tú no quieres escuchar pero está tan arraigado a tu mente que es lo único que oyes. ¿Es un Fantasma o soy yo?
Son estos días en los que no sé quién soy. No sé si Yo soy Yo o si Yo soy Él. Quizá Él es Yo. O ambos somos lo mismo.
Superar un desorden alimenticio es difícil. MUY difícil. No es sólo la comida. Es todo. Es toda tu vida. Ese pequeño monstruo que te va carcomiendo por dentro y se hace más y más grande mientras tú te haces más y más pequeña, puede acabar con todo. Y aún así, no te atreves a dejarlo marchar. Podría decirse que además de Anorexia, Ortorexia nerviosa y adicción al ejercicio también tienes Síndrome de Estocolmo. Felicidades, es un niño.
Intentas esconderlo, "si no lo miro y no hablo de ello no existe", pero sabes que está ahí. Lo ves crecer, lo alimentas con tus pensamientos y le haces una casita en lo más profundo de tu ser. Más té, señor? - Por favor, pero con sacarina, que no queremos engordar.- Y lo llevas tanto tiempo dentro de ti que pierdes el sentido de tu existencia. Llega un momento en que no sabes quién eres. Simplemente no lo recuerdas. Él te ha absorbido tu esencia y lo único que te queda son los despojos que Él te permite tener. Pero te contaré un secreto, a Él le molesta que hables de ello, le hace sentir vulnerable. Pues entonces gritaré.
Cuando pienso en todo lo que he perdido por su culpa me dan ganas de llorar. Me dan ganas de llorar y gritar y maldecir cada segundo en que me dije: "no eres lo suficientemente buena". He perdido amigos, conciertos, viajes, sonrisas, amores, estudios, experiencias, vitalidad, felicidad... pero lo más importante... he perdido tiempo. Momentos que jamás van a volver. Ese tiempo ya es historia. Soy consciente de ello, por eso me da tanta rabia que después de estos tres durísimos años aún tenga la vergüenza de hacer acto de presencia. Es algo que no puedo permitir porque no quiero volver. No quiero volver a su sucio y asqueroso agujero.
Sí, me gustaba ser un cadáver |
Sí, me veía gorda |
Sí, aquí también me veía gorda |
Y aquí |
Y aquí |
Y aquí (estaba comprobando el tamaño de mi gran culo) |
Y aquí |
Es triste ver estas fotos y darte cuenta de lo engañada que estabas. Es triste ver todo el daño que te has hecho pero más triste es aún verlas, ser consciente de ello y no estar segura de si es mejor lo que tienes ahora. Es la lucha de tu Yo intentando sobrevivir contra tu pequeño monstruo queriendo matarte lentamente. Hay días en que ganas. Hay días en que pierdes. Pero no dejes de luchar. Yo lo hago cada día.
"Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado".
Mire Taurendilmë
"Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado".
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