Hoy has vuelto. Hoy has venido a verme. Te has presentado sin avisar, has entrado en mi vida arrasando con todo, tomándote libertades que ya no te pertenecen.
En otro momento te hubiera acogido con los brazos abiertos, a ti, a tu dolor y a tu desesperación. Pero sabes qué? No te he echado de menos.
En cierto modo siempre has estado conmigo, por muy lejos que intentara huir, por muy fuerte que intentara ser. Siempre he sabido que te escondías al otro lado del espejo, observándome en silencio, esperando el momento perfecto para salir. Hoy lo has conseguido. Hoy has vuelto. Hoy me has encontrado.
Hoy has vuelto a clavar tus oscuros y vacíos ojos en mí. Hoy me has abrazado con tu halo de agonía otra vez. Hoy me has acariciado con tus cuchillas la piel, como hacías antaño. "Para que me recuerdes"-decías. Y luego me lavabas las heridas con tus lágrimas, aunque ya era demasiado tarde para curarlas.
Hoy me has asfixiado de nuevo. "Te quito la vida, pero te regalo mi amor"-decías. Y luego besabas las marcas que habían dejado tus manos sobre mi cuello, aunque ya era demasiado tarde para devolverme el aliento.
Hoy has vuelto a arrastrarme a tu sucio y profundo agujero, donde pasábamos las noches emborrachándonos en dolor, fumándonos la vida, atormentándonos y maltratándonos.
Hoy has vuelto a amordazarme para que no pudiera chillar. Hoy has vuelto a encadenarme para que no pudiera huir. Hoy has vuelto a colgar la soga de la lámpara. Hoy has vuelto. Hoy has venido a verme.
Mire Taurendilmë